Tremendo riesgo de pérdida cultural e histórica con el Tren Maya: especialistas

Tremendo riesgo de pérdida cultural e histórica con el Tren Maya: especialistas

La manifestación de impacto ambiental (MIA) del proyecto del Tren Maya tiene inconsistencia en los datos, no contempla el impacto cultural y tampoco tiene mediciones de las emisiones de gases de efecto invernadero, señalaron expertos del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica de la UNAM.

En la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales se encuentra en evaluación la MIA del tramo de Palenque, Chiapas, a Izamal, Yucatán.

Después de revisar la MIA con toda seriedad y cuidado la conclusión es que el proyecto no tiene condiciones para llegar a buen término y que el daño que causará no se compensa con ninguno de sus buenos propósitos, señalan en el documento Observaciones a la MIA del Tren Maya los investigadores Ana Esther Ceceña, Violeta Núñez, Josué García y Sandy Ramírez.

El análisis indica que en la MIA se observa que uno de los mayores problemas ambientales que causará el proyecto, tal y como está diseñado, son los pasos de fauna, ya que no se considera el ámbito hogareño de las especies de menor tamaño, se toma una especie de paraguas de gran dimensión que no podría ser representativa del conjunto, e incluso con referencia a ésta los pasos de fauna tienen una separación mayor de lo conveniente.

El documento agrega que hay inconsistencias en la información ya que por, ejemplo, se dice que el tren permitirá una movilidad de 26 mil 520 pasajeros por día, pero también indica que cada tren de pasajeros tendrá una capacidad de 450. Los horarios de servicio para pasajeros serán de 6 a 23 horas, con lo cual el tráfico de trenes esperado es de 60 por día, aproximadamente un tren cada 20 minutos.

La MIA carece de escenarios sobre el tránsito de trenes y señala que es necesario presentar las tasas de emisión de gases de efecto invernadero, el consumo de energía y el calentamiento, entre otros.

Los investigadores advierten que hay especial preocupación porque en la manifestación de impacto ambiental se desestima el impacto cultural, la densidad arqueológica a lo largo del recorrido del tren, lo que indica un “tremendo riesgo de pérdida cultural e histórica a su paso y en sus polos de desarrollo.

“A pesar de los convenios entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia y Fonatur, no es previsible que ante cada hallazgo se rediseñe el trazo del tren.”