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El cambio climático no se ha detenido por el Covid-19. Las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera se encuentran en niveles alarmantes y siguen en aumento.
Con ese panorama se prevé que están por venir años más cálidos y aún no se trabaja para cumplir el objetivo de disminuir la temperatura global en 2 grados celsius, señala el reporte Unidos en la ciencia, coordinado por la Organización Meteorológica Mundial, así como de Naciones Unidas (ONU).
En tanto, el informe Planeta vivo 2020 del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que se presenta cada dos años, indica que las poblaciones de fauna de 4 mil 392 especies han tenido una reducción en su reproducción de 68 por ciento y que América Latina cuenta con la mayor degradación del planeta, 94 por ciento, y el cambio de uso de suelo es la principal causa.
Agrega que esa incidencia se da sobre todo para producir alimentos, la cual es responsable de 80 por ciento de la deforestación a escala global, 29 puntos en emisiones de gases de efecto invernadero y en dicha actividad se usa 70 por ciento del agua dulce. En la región las aves, peces, reptiles y anfibios son las especies más afectadas.
El reporte de la ONU detalla que los impactos crecientes e irreversibles del cambio climático afectan los glaciares, los océanos, la naturaleza, la situación económica de los países y las condiciones de vida de las personas. Esto se percibe en los peligros relacionados con el agua, la sequía o las inundaciones.
El documento, con aportes de Global Carbon Project y el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, entre otras instancias, detalla que entre 2016 y 2019 se registró la mayor pérdida de masa en los glaciares.
Los principales impactos han sido causados por fenómenos meteorológicos y climáticos extremos. Se ha identificado una huella clara del cambio climático inducido por el hombre en muchos de estos eventos extremos.
Refiere que también se afectan los sistemas de sustento de la vida, desde la cima de las montañas hasta las profundidades de los océanos, lo que lleva a un aumento acelerado en el nivel del mar, con efectos en cascada para los ecosistemas y la seguridad humana.
Es preocupante que desde 1950 muchas especies marinas han experimentado cambios en el rango geográfico y las actividades estacionales en respuesta al calentamiento del océano, el cambio del hielo marino y la pérdida de oxígeno, pues los impactos del cambio climático se sienten más en las condiciones hidrológicas del planeta.
Nota original: https://www.jornada.com.mx/2020/09/10/politica/019n1pol