Mucha falta nos va a hacer Mario, ahora que algunos líderes mundiales desprecian el conocimiento científico en la toma de decisiones. Hace poco más de 15 años Mario decidió dejar la comodidad del MIT en donde tenía el máximo estatus posible para un investigador: Institute Professor (esto es tan especial que hay sólo 23 Institute Professor en la historia del MIT – incluyendo 12 en activo y 11 honorarios – comparado con 37 Premios Nobel en la institución) para volver a su querido México y contribuir a la solución de los muchos problemas ambientales que nos aquejan.
En México fundó el Centro Mario Molina, que pronto se convirtió en uno de los principales think-tanks medio ambientales del país.
Mario era introvertido pero con un gran sentido del humor. Avasalladoramente humilde pero con una capacidad de indignación ante la injusticia y ante las decisiones políticas torpes que ignoraban el conocimiento disponible.
Fue asesor del Presidente Obama y admirado por muchos jefes de estado por su carisma, su conocimiento y sencillez. Formó e inspiró a muchas generaciones de jóvenes, no siendo pocos los que siguieron con entusiasmo alguna carrera científica por haber quedado fascinados por alguna conferencia dictada por Mario.
Hasta el último día de su vida, Mario se mantuvo activo como un gran divulgador del conocimiento y apoyando las buenas causas ambientales.
* Adrián Fernández, Director Ejecutivo de la Iniciativa Climática de México.