El combate al cambio climático exige recursos presupuestales para revertir los daños a los ecosistemas, así como el compromiso político del gobierno de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la limitación del calentamiento global a niveles inferiores a 1.5 grados centígrados.
Desde luego, también es indispensable adecuar las leyes para impulsar las medidas que mitiguen el cambio climático y protejan la vida de las personas
En nuestro país y con el nuevo gobierno que, por cierto ha manifestado en los hechos ir en contra de la utilización de energías limpias por encima del carbón y el combustóleo; se da marcha atrás a las acciones implementadas por administraciones pasadas para combatir el cambio climático.
Por ello es loable que la Cámara de Diputados aprobara reformas y adiciones a diversas disposiciones de la Ley General de Cambio Climático, en materia del Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio Climático, visto éste como el conjunto estructurado y sistemático de mapas que muestran la vulnerabilidad ante el cambio climático y orientan la realización de estrategias dentro del proceso de planeación y adaptación.
Ya se habían tardado los legisladores en adecuar la Ley de Cambio Climático a la urgencia por actuar desde el ámbito nacional en torno a la grave polución que genera el ser humano en los procesos productivos.
La diputada Lilia Villafuerte Zavala (PVEM) estableció que una de las maneras de enfrentar los efectos devastadores del cambio climático, que es un problema de trascendencia mundial, es mediante esfuerzos locales, toda vez que “el reloj climático avanza y el desastre es inminente”.
Desde San Lázaro, la legisladora precisó que este nuevo ordenamiento será vinculante para los tres órdenes de gobierno en las tareas de planeación urbana ya que es momento de actuar porque se vive “una emergencia climática”. Subrayó que las naciones deben enfocar sus esfuerzos hacia políticas de adaptación, regeneración y resiliencia.
Es necesario afrontar la situación a través de la implementación de mecanismos que propicien el desarrollo de las capacidades de adaptación de las comunidades y ciudades con mayor potencial de riesgo.
Es imperativo que los estados y municipios del país cuenten con las herramientas y criterios técnico normativos para hacerle frente a un fenómeno cuyos efectos evidencian y acentúan las desigualdades de las diferentes regiones del país
La reforma establece que será atribución del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático elaborar, actualizar, publicar y difundir el Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio Climático
En las modificaciones aprobadas se establece que la federación y las entidades deberán considerar la información del Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio Climático en la elaboración del Atlas Nacional de Riesgo.
El propósito de la reforma es que, la información contenida en dicho Atlas, se convierta obligatoriamente en una herramienta útil para las autoridades responsables de la seguridad y la protección de la población, es decir, las autoridades locales y, sobre todo, que la tomen en cuenta al formular sus planes de desarrollo urbano, anticipándose a catástrofes futuras.
Del PRI, el diputado Oscar Bautista Villegas señaló que con esta reforma se contará con un instrumento medular a nivel nacional que muestra la vulnerabilidad territorial ante el cambio climático; para ello es fundamental que las autoridades locales lo incorporen a sus planes de desarrollo urbano como una perspectiva de largo plazo. Destacó que este atlas, “es vital, porque vamos a salvar vidas, vamos a evitar que la gente construya su vivienda en lugares no aptos”.
El gobierno de López Obrador debe dar un viraje a su política energética, si es que no quiere que la comunidad internacional, ponga a México en el paredón de los que contaminan al mundo y con ello acelerar el cambio climático.
Nota original: https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/alejo-sanchez-cano/se-aprueban-reformas-sobre-vulnerabilidad-al-cambio-climatico