Las ciudades que necesitamos

Las ciudades que necesitamos

Como nunca, la humanidad enfrenta circunstancias sin precedentes, la crisis sanitaria por COVID-19 nos ha llevado a una reflexión personal y colectiva sobre el tipo de ciudades y comunidades que hemos venido construyendo. ¿Cómo ha sido la respuesta en las distintas ciudades para cuidar de sus habitantes?, ¿el nivel de atención ha llegado a todas las personas por igual?, ¿qué tanto deben reconfigurarse las dinámicas e infraestructura para que las ciudades sean incluyentes, justas, solidarias, con pleno respeto a los derechos humanos? Lo que aprendamos y accionemos para superar la crisis sanitaria, nos ayudará a hacer frente a una crisis mucho mayor como lo es el cambio climático.

¿Qué debemos hacer para vivir en ciudades sostenibles? La hoja de ruta la conocemos, es necesario avanzar en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) de la Agenda 2030 promovida por Naciones Unidas, particularmente el Objetivo 11: Lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles.

Dentro de las metas de este ODS pueden encontrarse las siguientes:

11.2 De aquí a 2030, proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos y mejorar la seguridad vial, en particular mediante la ampliación del transporte público, prestando especial atención a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad, las mujeres, los niños, las personas con discapacidad y las personas de edad.

11.6 De aquí a 2030, reducir el impacto ambiental negativo per cápita de las ciudades, incluso prestando especial atención a la calidad del aire y la gestión de los desechos municipales y de otro tipo.

11.7 De aquí a 2030, proporcionar acceso universal a zonas verdes y espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles, en particular para las mujeres y los niños, las personas de edad y las personas con discapacidad.

Todas las metas son relevantes pero, para fines de esta lectura, rescato estas tres porque están directamente relacionadas con temas como movilidad sustentable, seguridad vial, calidad del aire y la forma en que pueden ser habitadas las ciudades, sobre todo pensando en sectores vulnerados.

¿Qué tan lejos estamos?
Basta recordar que de acuerdo con ONU-Hábitat , las ciudades consumen el 78% de la energía mundial y producen más del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Sin embargo, abarcan menos del 2% de la superficie de la Tierra, pero concentran a más del 56% de la población mundial, donde para el caso de México este porcentaje alcanza el 78%, destacándose el hecho de que siete de cada 10 habitantes en México viven en poblaciones de más de 15 mil habitantes.

En México, el sector transporte es responsable del 24% de generación de GEI a nivel nacional, por lo que si queremos reducir los riesgos asociados al cambio climático debemos cambiar el patrón de movilidad dependiente de fuentes fósiles, dejar soluciones individualistas que no construyen comunidad ni fortalecen el tejido social.

En el caso de México, de acuerdo con el Índice de Prosperidad Urbana desarrollado por ONU Hábitat, la Infraestructura para la Movilidad es el aspecto peor calificado (3.4 muy débil) y la Gobernanza de la Urbanización la tercera más baja del Índice de las Ciudades Prósperas (CPI) nacional (12.1: débil).

Una herramienta valiosa para cambiar esta realidad, generada bajo un proceso participativo coordinado por la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (SEDATU), es el recientemente publicado Plan de Movilidad para una Nueva Normalidad. Movilidad 4S para México: Saludable, Segura, Sustentable y Solidaria.

Una idea central que puede encontrarse en este documento son las ciclovías emergentes, una práctica común en distintas ciudades del mundo como Berlín, Nueva York, París, Ciudad de México, entre otras. El principio es básico: Compartir el espacio entre los distintos actores de la vía pública dotando de condiciones de seguridad para promover la cultura del uso de la bicicleta como medio de transporte.

Este mismo principio, compartir, es fundamental en la gestión y transformación de las ciudades después de la pandemia. En Fundación Tláloc además de pensar en ciudades compactas, coordinadas y conectadas, venimos promoviendo que las ciudades que necesitamos en el México del S.XXI deben ser también: creativas, compartidas, con confianza y competentes.

Gestionar ese tipo de ciudades requiere adoptar una perspectiva basada en derechos. El derecho a la ciudad, el derecho a un ambiente sano, a un aire limpio, a la movilidad y seguridad vial, son también derechos inherentes a la persona.

Cuando no se avanza en materia de derecho de las ciudades, lo que tenemos son pérdidas de vidas humanas en la vía pública por hechos viales, gente que se enferma y muere por contaminación del agua o del aire, se deteriora el patrimonio natural afectando flora y fauna por igual, incrementando el riesgo bio-sanitario para la población por quedar expuestos a virus y bacterias que antes solo podían encontrarse en animales que habitaban precisamente esa áreas naturales afectadas por nuestros modelos de producción y consumo, incluida la forma en la que consumimos el recurso suelo por los procesos de urbanización tan acelerados.

Por lo contrario, cuando incorporamos una perspectiva de derechos en la gestión del territorio y por ende la construcción de ciudades, podemos imaginar lo que distintas organizaciones de la sociedad civil denominamos Visión de Ciudades del S.XXI , a continuación, se citan tres párrafos muy vinculados con las tres metas del ODS 11 antes referidas:

“Las ciudades en México se caracterizan porque sus habitantes se han apropiado del espacio público: participan en su construcción, lo utilizan y lo cuidan. Se suele ver por las calles a personas paseando y conversando mientras disfrutan sus recorridos al trabajo, a la tienda o a la escuela – los cuales les quedan cerca-, aprovechando la accesible infraestructura que se ha desarrollado para personas con discapacidad, de la tercera edad, a pie y que usan bicicleta. Las niñas y los niños juegan en las calles, parques y áreas verdes arboladas que se han multiplicado por toda la ciudad, superando los estándares internacionales a escala barrial y, tanto ellos como sus familias, se sienten seguros y motivados para convivir en espacios públicos. Ha mejorado la convivencia pacífica, la equidad de género y las posibilidades de futuro para los jóvenes.

…Se cuenta con infraestructura y servicios que fomentan la movilidad sustentable, al priorizarse la inversión en movilidad peatonal, ciclista y en el transporte público. El uso del automóvil se encuentra regulado y se prevén mecanismos para garantizar el espacio de estacionamiento…

…Las políticas para el uso eficiente y responsable del suelo, agua, generación y distribución de energías renovables, la gestión responsable de residuos, y cuidado de los bienes públicos, así como diversos esfuerzos para la mejora de la calidad del aire, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y el resguardo de los ecosistemas y servicios ambientales, han permitido ciudades compactas, saludables, sustentables, resilientes y pacíficas” .

Es evidente la relación entre las metas del ODS 11 con la visión de ciudades promovida por la sociedad civil organizada, para que estas ciudades sean posibles, además de la perspectiva de derechos, creemos que es fundamental una reflexión y lograr un balance entre dos dimensiones. Por un lado, colocar a la persona en el centro de la toma de decisiones en la construcción de nuestras ciudades, anteponer a las personas frente a lo que la humanidad ha construido, autos, edificios, dispositivos tecnológicos, máquinas, entre otros. Pero también, tenemos que romper con la visión antropocentrista cuando hablamos de gestionar el territorio, porque es entonces donde tenemos que tomar consciencia del valor que, en sí mismo tienen un árbol, los animales, la naturaleza. No somos nosotros, la sociedad, quienes le conferimos su valor por los servicios ecosistémicos que nos brindan, sino que su valor está implícito en su existencia. Es en ese equilibrio donde es posible encontrar a la persona en el centro de las decisiones frente a lo que hemos construido y, al mismo tiempo mantener una aprehensión holística del mundo, que en el caso de las ciudades es entenderlas como biósferas en ambiente urbano, donde sociedad – naturaleza es una unidad que nos conduce a habitar el territorio en armonía siendo respetuosos de los límites del sistema socioambiental. Llevarlo a la práctica es un diálogo permanente entre todos los sectores de la sociedad, pero diluyendo las barreras entre ellos, para propiciar las alianzas y favorecer la colaboración al reconocernos como personas y no sólo como representantes de tal o cual sector. Un diálogo que se necesita realizar todos los días bajo una cultura de paz para fortalecer la gobernanza que nos lleve a construir esas ciudades sustentables.

Para profundizar en la noción de las ciudades que necesitamos en el México del S.XXI, considerando el reto de superar la crisis sanitaria por la COVID-19 y enfrentar un reto mayor como lo es el cambio climático, les invitamos a conocer las siguientes propuestas:

Visión de Ciudades del S.XXI, Bicitekas; CITA, A.C; Colectivo Ecologista Jalisco; El Poder del Consumidor; Fundación Tláloc, Fundar, Iniciativa Climática de México; Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP); Inteligencia Pública; Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida; y World Resources Institute; et al; 2016.

Ciudades que Necesitamos. Gestión del Territorio en el México del S.XXI. Centro de Infotectura y Tecnología Aplicada (CITA A.C.), Fundación Tláloc A.C., Iniciativa Climática de México (ICM) e Inteligencia Pública, contando con la asistencia técnica de la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit, Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable en México (GIZ). 2018.

● Densificación/Compactas
● Movilidad sustentable y democrática
● Espacios públicos de valor
● Uso racional de los recursos naturales
● Bienestar social y seguridad
● Políticas de reducción de riesgos, resiliencia y capacidad de respuesta ante hechos naturales y antropogénicos
● Mitigación del cambio climático, energías renovables y medio ambiente

Recuperación Verde, presenta cuatro ejes temáticos para lograr superar la crisis. Programa de ciudades de la GIZ y la iniciativa de gobiernos locales por la sustentabilidad (ICLEI), octubre de 2020.

● Desarrollo bajo en emisiones
● Desarrollo basado en la naturaleza
● Economía circular
● Desarrollo equitativo y centrado en las personas

Trazando Ciudades: guía para integrar a las personas en la Planeación Urbana. (SEDATU, agosto de 2020)

● Poner en el centro a las personas
● Equidad
● Ciudad compacta, densa y mixta
● Ciudad sustentable y resiliente
● Inclusión urbana

Todas estas propuestas aportan a la construcción de ciudades inclusivas, seguras, saludables, sustentables y éstas a su vez al cumplimiento de los ODS, nuestra hoja de ruta para no dejar a nadie atrás.

* Carlos Mendieta Zerón, Director de Fundación Tláloc A.C.

 

[1] Reporte Nacional de Movilidad Urbana en México 2014 – 2015, ONU-Hábitat.

[2] La Iniciativa para la Prosperidad Urbana de ONU-Habitat: Índice de las Ciudades Prósperas (CPI), http://es.unhabitat.org/iniciativas-urbanas/iniciativas-programas/cpi/

[3] Visión de Ciudades del S.XXI. Bicitekas; CITA, A.C; Colectivo Ecologista Jalisco; El Poder del Consumidor; Fundación Tláloc, Fundar, Iniciativa Climática de México; Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP); Inteligencia Pública; Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida; y World Resources Institute; et al; 2016.

[4] Objetivo 11: Ciudades y comunidades sostenibles, https://www.undp.org/content/undp/es/home/sustainable-development-goals/goal-11-sustainable-cities-and-communities.html#:~:text=M%C3%A1s%20de%20la%20mitad%20de,vive%20hoy%20en%20zonas%20urbanas.&text=Mejorar%20la%20seguridad%20y%20la,mejoramiento%20de%20los%20asentamientos%20marginales.